SUPERVISA GOBERNADOR RICARDO GALLARDO OBRA DE REHABILITACIÓN DEL CAMINO REAL A SALTILLO
• El Gobierno del cambio refrenda su compromiso con localidades marginadas y rurales que fueron olvidadas por las herencias malditas
En continuidad a la cruzada de transformación de San Luis Potosí, que abarca las cuatro regiones y los distintos barrios y colonias, el Gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona, supervisó la rehabilitación del Camino Real a Saltillo, al norte de la capital potosina, donde anunció que se cuenta con una bolsa de mil millones de pesos para obras en municipios, de alto impacto social, con lo que combaten años de abandono de las herencias malditas.
Al realizar un recorrido por la obra del Camino Real a Saltillo, que contará con iluminación, led, concreto hidráulico, tomas de agua potable y drenaje sanitario, además de obras complementarias, con una inversión de 50 millones de pesos para 1.1 kilómetros, el Mandatario Estatal expuso que se respalda el trabajo de las alcaldías para impulsar el desarrollo de las comunidades rurales con más infraestructura.
Tras décadas de abandono por parte de las autoridades estatales y municipales, como ha sido una constante en todo el territorio potosino, “estamos haciendo cosas y la gente está muy contenta, pero también muy molesta por el abandono de pasados gobiernos; todas las obras que la maldita herencia dejó abandonadas, muchas de competencia municipal, como es este caso en la zona metropolitana, las estamos atendiendo como el Gobierno del cambio, trabajando 24 horas, los siete días a la semana”, agregó Gallardo Cardona.
Destacó que el Camino Real a Saltillo implicó hacerlo prácticamente nuevo, con elevadas especificaciones, como alto espesor en el concreto, renovada red de abastecimiento de agua y tomas domiciliarias, drenaje sanitario, banquetas y guarniciones, ciclovía, alumbrado público y señalética.
Asimismo, arrancó con la mejora de la calle Paraíso en la misma zona, tras adelantar que en breve se pondrán al servicio de la población los renovados barrios de Tlaxcala y Santiago, para continuar con las acciones en Tequis y San Juan de Guadalupe, para dejar nueva a la ciudad y San Luis Potosí, como nunca se había hecho.